ya lo habíamos conversado la noche anterior con T.
era de esperarse, pero igual fui.
fui buscando una solución, una respuesta, una salida a todo.
Al llegar, tuve que esperar, largo rato, 20, 30, 40 minutos, una hora.
En esa hora miraba a mi alrededor, creí diferenciar entre aquellos que su estadía por ahí era pasajera a los que llevaban ahí tanto tiempo que casi se sentían como en casa.
Entré, me lleve sorpresas, derribe algunos prejuicios y me fui,
me fui con una pequeña solución, no la definitiva, pero algo es algo cuando no se tiene nada.
ahora tengo sueño.