Vengo llegando, es tarde, o mas bien temprano, ya es domingo.
En vez de acostarme y dormir, me pongo a escribir en el blog (parece que el insomnio vuelve).
Esta fue una de esas noches en que crees que nada puede salir mas anormal de lo que está saliendo, pero la cosa al final se transforma en absoluta y alucinante anormalidad.
Entre payasos, hipócritas, cercanos y no tantos, risas, recuerdos y un par de maldiciones tiradas al aire al recordar en una misma mesa.
Al final, todo casi siempre se reduce a lo mismo ahí, engaños. Pero hoy estaba tan inmune que hasta disfrute el espectáculo (si yo era una de las protagonistas, a gozar pues entonces).
Habiendo tantos lugares en Santiago, esta siriusina se va a meter a aquel en que volvieron a rebotar tantas historias y nuevamente ahí se escribe otro capitulo.
aun así, decidí venirme temprano...es raro
Nota personal, las terrazas quedarán prohibidas en mis paseos nocturnos por Santiago
